Hasta hace pocos años, parecía que el ideal de una casa soñada consistía en muchas líneas puras, simetría y el afán de perfección en todos los elementos decorativos. Pero, por suerte, parece que esa búsqueda de la perfección ha dejado paso al gusto por lo imperfecto, lo disparejo, lo restaurado: una vajilla con platos diferentes, un mueble con historia que ha pasado de mano en mano, unos azulejos antiguos... Hemos echado un vistazo a algunas casas y hemos encontrado el encanto de las cosas imperfectas.
Paredes que cuentan una historia
Una casa con paredes blancas inmaculadas siempre da un aspecto de pulcritud y claridad que nos gusta, pero también suponen el estrés de entrar en pánico cada vez que algo amenaza con mancharlas. Para algunas personas, además, el aspecto de una casa con todos sus elementos nuevos e impecables transmite sensación de impersonalidad. De ahí que se busque el encanto de los papeles de pared antiguos o los azulejos un poco descascarillados.
Muebles que han vivido el paso de los años
A nadie se le escapa que lo vintage está de moda. No es solo en la ropa, sino que en decoración es una tendencia que viene pisando fuerte desde hace muchos años. Atrás quedan los tiempos en que nuestras casas eran todas muy parecidas, con muebles producidos en serie. Un vistazo al trastero de nuestros abuelos y una visita a un restaurador de confianza pueden darles a nuestras casas un nuevo aire. Cada imperfección de la madera hará que la pieza sea única, y nos aseguraremos que nuestra casa contará con muebles que nadie más tiene.
Que nadie tema romper un plato
Ese drama que tenían nuestros padres si rompíamos un plato de la vajilla buena ha pasado a la historia. Son tendencia los servicios de mesa desparejados, formados por un plato de aquí y otro de allá, todos con un sabor (nunca mejor dicho) auténtico.
La magia de lo antiguo
El paso de los años suele ser el que dota de imperfección a los detalles. Puertas que cierran regular, suelos irregulares, muebles descascarillados... todos tienen su encanto. Y, si no lo creéis, esta casa de Thoughts from Alice, es el mejor ejemplo posible:
Los beneficios de vivir en casas imperfectas
Carol Parnell, en un artículo de Apartment Therapy, mantiene que vivir en una casa imperfecta está lleno de beneficios psicológicos. Su teoría es que, cuanto más esfuerzo pongamos en llevar nuestras casas hasta la perfección, más estaremos convirtiéndolas en fortalezas en lugar de en hogares, en el sentido de que una casa debe ser un refugio de nuestros problemas, en lugar de proporcionarnos un estrés adicional para conseguir que estén perfectas.
Si llevamos años luchando por aceptar nuestras imperfecciones como personas, ¿por qué no hacer lo mismo con nuestras casas?
Imágenes | Thoughts from Alice
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La noticia A veces, las cosas más imperfectas son las más perfectas. Y estas preciosas casas nos lo demuestran.
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Abril Camino
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